martes, 16 de marzo de 2010

Indiferencia

La indiferencia , hermana de la pereza y prima del silencio, causa mucho más daño que lo imaginado. Sabemos que detrás de la aparente indiferencia con que el pueblo cubano asume su situación se esconde un estado de terror permanente a que lo escuchen, detengan, saqueen, denigren, expulsen, proscriban. Muchos hemos estado en esa situación cuando aún vivíamos en Cuba, o nos hicimos los indiferentes o apañamos la indiferencia ajena. La dictadura de los Castros ha aplicado el chantaje y la distorsión de forma muy eficaz. No solo haciendo saber que te hará daño directo si te pronuncias en contra, sino, lo que es más cruel, y desgraciadamente efectivo, que dañará a tus seres queridos: hijos, cónyuge, padres, hermanos. No es una amenaza vacía, a lo largo de estos 51 años todos los que hemos vivido en Cuba hemos visto esto manifestarse a nuestro alrededor, en nuestro entorno familiar, laboral, escolar y en general, social. Decisiones que no se toman, cosas que no se denuncian, porqué perjudicará a mi hijo, le quitarán la beca a mi hermano , no dejarán salir a mi madre, etc etc. Somos más vulnerables cuando se nos crea un cargo de conciencia y de culpabilidad, pues nos hace sentir culpables directos de las desgracias, digo más: del destino, de nuestros seres queridos.
Por eso tiene doble mérito las acciones de la disidencia en Cuba, el apoyo que han recibido de sus seres queridos los que estuvieron o están en huelga de hambre, la consecuente batalla por sus seres queridos que libran las damas de blanco.
Es por ello que me gustaría hacer un llamado a todos los Cubanos que viven en el extranjero, a los que escogieron la libertad al caro precio de perder su patria, que nosotros , al menos, no seamos INDIFERENTES!
La indiferencia mantiene viva las injusticias: desde la corrupción de políticos en nuestro entorno cotidiano, pasando por las atrocidades que se cometen contra el ciudadano lo mismo en el sector económico que el social y político en cualquier país, incluyendo las democracias, nada perfectas. Pero la indiferencia mantiene vivas las dictaduras y regimenes de opresión, tanto la interna como la externa. Muchos ejemplos se han visto de gobiernos que parecían fuertes, estables y duros de derribar, caer como un manojo de naipes, en cuanto se acababa la indiferencia de sus ciudadanos.
Recordemos pues, que nosotros, como cubanos en el exterior, deberíamos apoyar mucho más la causa de la libertad y democracia en Cuba, debemos usar nuestras libertades democráticas, que nosotros SI tenemos para despojarnos de nuestros miedos y paranoia antiguas, y combatir nuestra pereza, la que hemos adquirido por vivir en sociedades libres y prosperas , tomando conciencia como cubanos, brindando un brazo solidario a los cubanos que viven en nuestra Isla, a aquellos que están ofreciendo hasta su vida para que todos los cubanos podamos ver el  día de mañana la Cuba que deseamos y queremos para nuestros hijos!

5 comentarios:

  1. cierto!!! un saludo...

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  2. Gracias por vuestras lecturas y comentarios!

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  3. Eres genial, desde Catalunya, un apoyo grande y fuerte para una Cuba libre

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  4. Muy bueno y actual el tema, momento de accion AHORA!!!

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